El
Atléti vuelve a salir con los tres puntos en la mochila del Bernabeu. Fue un
partido táctico de ajedrez. Sufrido y con recompensa final. Los del Cholo lo
tienen claro. Saben cuál es la fórmula y la ejecutan como si lo llevaran
haciendo desde los tres años. El Atléti hizo dos cosas que el Madrid no hizo;
trabajar y correr.
Comencemos
por el principio. Todo empezó con un ritmo muy lento. Nadie quería que pasara
nada. Incluso parecía que había respeto tras los partidos de hace unas semanas
en la Supercopa de España. Esto sólo lo podía romper una jugada. Así fue.
Saque
de esquina a favor del Atléti. Peligro. Lo ejecuta Koke al primer palo. Debe
ser la cuadragésima vez. El canterano la pone donde quería y Tiago remata a la
red. Jugadas de estrategia del Cholo y el Mono, capítulo 5493.
Parecía
que sería otro partido. Pero no. Un error en la ayuda defensiva a Siqueira
provoca que el brasileño se meta en el área, Cristiano lo ve y amaga, sale por un
lado y Siqueira saca la pierna y le hace penalti. Muy claro. Empataba el Madrid. Llegaron los
peores momentos. Se sufrió mucho. Los blancos metieron al Atléti en su área.
Pero
ante estas embestidas, emergió un nombre. Moyá. Sacó una mano a Bale en una
falta y sobre todo un paradón a bocajarro, tras remate picado de Pepe. La mejor
noticia es que llegó el descanso. Tras la reanudación, el Madrid comenzó bien,
siguiendo la estela de la primera parte. El Atléti se metía muy atrás, pero los
blancos no aprovechaban su dominio.
Llegó
el momento de la verdad. El Mono, a instancias del Cholo, saca a Arda Turan por
Gabi. Era un cambio para ganar. Se notó que un mago estaba en el césped a los escasos segundos. Pidió el balón para él. El
Mono sacó a Griezmann por Raúl Jiménez. Dos cambios que proponían sólo una
cosa. Ganar. Cholo olió la sangre del rival y pensó en eso de "aquí estoy yo".
La
magia del chico de la barba se notó de forma instantánea. Una apertura de
Griezmann al piquito derecho del área grande del Madrid, Arda controló, amagó, buscó el
hueco y disparó. Su lanzamiento se va por muy poco. Primer aviso. Arda tuvo
otra tras un gran centro de Juanfran que sale fuera. Segundo aviso.
Y llegó
el momento del Ardaturanismo. Saque de banda para el Atléti. Griezmann filtra a
Juanfran, que pone un balón de ensueño a Raúl García, que la deja pasar con
inteligencia y Arda dispara muy ajustado a la cepa del palo de Casillas –que
fue pitado por su propio público-. El mago había culminado una actuación
magistral. Este Atléti necesita a Arda. ¡Cuánto le hemos echado de menos!
Los
minutos finales fueron un quiero y no puedo del Madrid. También un no sé cómo.
Y con un silencio sepulcral en el Bernabeu -roto por los cánticos de los 200 rojiblancos que fueron al campo del eterno rival- llegó una nueva victoria del Atléti
en territorio merengue. Trabajar y correr. Ese fue el plan. No reconocer lo que
está haciendo este Atléti descubre las vergüenzas de algunos.
Merece
mencionar, por supuesto, la labor de Mateu Lahoz de hoy. Un arbitraje de nivel
superior. Domina muy bien las facetas del juego. Todas. Desde ‘El Tridente de Neptuno’
queremos darle la enhorabuena por una magnífica dirección del partido.
Pero
esta victoria del derbi la disfrutarán los aficionados porque el Atléti ya
piensa en su primer partido de Champions de este martes. El partido a partido nos lleva
a mirar a Atenas. Es un partido muy importante. Pero disfrutemos de
la victoria en el Bernabeu, otra vez.
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Tres simples puntos. Pero con sabor a gloria. Y con mucho esfuerzo y trabajo como tú bien dices. Coincido plenamente contigo en que, después del error de Siqueira en el penalty a Cristiano, nos salvó Moyá. Titularísimo, al menos para mí, a partir de ahora. No puedo explicarte con palabras cómo sufrí en la primera parte. Sabía desde el minuto 1 que juntando más las líneas con un 4-2-3-1 y poniendo un poco más de calidad en el medio (en el banquillo de suplentes había calidad a raudales), podíamos darles un soberano repaso... Y al final así fue. Pero viendo que se tardaba demasiado en tomar estas decisiones que yo veía fundamentales, sencillas y completamente lógicas, la primera hora de partido sufrí lo indecible. Me gustaría que si tienes unos minutos leyeras mis tweets del principio de la segunda hasta el final para que no pienses que hablo a toro pasado ni que soy ventajista. Y para que veas cómo pasé de la desesperación absoluta y al éxtasis y el júbilo. Algo muy frecuente y que a todos nos ha pasado. Estoy contigo. Disfrutemos al máximo.. Nos lo merecíamos Fran.
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