El árbitro escocés, Craig Thompson, tuvo un partido de luces y sombras en el Estadio Vicente Calderón. El trencilla acertó en las jugadas clave, los tres goles. El colegiado demostró mucha personalidad y equanimidad en su arbitraje. Lo único que le falló fue el aspecto punitivo y disciplinario en algunas fases del partido.
Por parte del Atlético de Madrid vieron la cartulina amarilla, Godín por una entrada peligrosa y dura, Koke por encararse con un rival y Filipe Luis por una falta en la que llega tarde. De lado del Rostov, el colegiado se la mostró a Kalachev por encararse con Koke, Azmoun por agarrar, Gatcan por una patada por detrás y el meta Dzhanaev por pérdida reiterada de tiempo.
En cuanto a la jugadas polémicas, Thompson acertó de pleno ya que en el primer gol de Griezmann, el balón viene de un rival, hecho idéntico en el segundo gol rojiblanco, a pesar de las protestas de los rusos. Las repeticiones en ambos casos no dejan lugar a la duda. En el plano de cámara en directo vimos como el árbitro explicó a los rusos por qué era legal y el linier de banda lo corroboró. Hubo alguna duda del gol del Rostov pero también es legal.
Donde el colegiado no estuvo afortunado fue en el aspecto punitivo y disciplinario. Al ser un árbitro británico el contacto está mucho más permitido que en la liga española. Hecho que hemos visto durante el encuentro. Lo bueno es que ha sido para ambos equipos, es decir, mismo criterio para rojiblancos y amarillos.
A los 9' minutos, no hay penalti a Godín. Tanto él como el zaguero ruso se agarran mutuamente. Es más, el kaiser uruguayo cuando vio la amarilla incluso pudo ser de otro color, si el árbitro lo llega a ver como se vio en la repetición de UEFA Champions League.
El moldavo Gatcan pudo ser expulsado por reiteración de faltas más la que le mostraron por una patada. Además, los rusos reclamaron un penalti que no lo fue.
Nota del árbitro: 7,50 (Notable).
