domingo, 31 de agosto de 2014

Lo mejor fue la victoria



Comenzaba una tarde que se avecinaba de fiesta y sonrisas, pero al final casi roza la tragedia y las sensaciones encontradas. No obstante, empecemos por el principio. Lo mejor.  Tarde de mucho calor en el Vicente Calderón. Mucho.  Para combatir el bochorno desde la megafonía del estadio nos presentaba a todos las categorías campeonas del Atléti. El colofón de esto lo puso la liga que ganó el Atléti en el Camp Nou hace ya más de cien días.


Reflexionemos un momento sobre ello. ¿Es normal que te den en agosto el título de liga que ganaste en Mayo? Una prueba más de que quienes gestionan nuestro campeonato lo hacen horrible y con un total pasotismo. Dicho esto, el Atléti mostraba su liga ante un magnífico tifo por parte de la afición.
El partido comenzó un poco soso pero la bendita estrategia animó al personal. 



No es nada extraño que en un partido en el que el Atléti  no encuentra la portería rival, lo haga a través de la pizarra. Así fue. Fueron dos golpes diseñados con precisión. Primero fue un cabezazo de Miranda en el minuto 12. El brasileño se adelanta su marcador y remata a placer. El primero. 



Doce minutos más tarde, una falta en la línea de tres cuartos que acaba con un cabezazo de Mandzukic. El segundo.  Y en poco más de veinticinco minutos los del Cholo habían encarrilado el partido. Unos minutos más tarde Griezmann pudo anotar el tercero tras un gran eslalom, se le fue fuera por poco. Pintaba muy bien la noche en el Calderón pese al bochornoso calor. Nada más lejos de la realidad. 

El Eibar se fue al ataque. Tuvo un primer aviso en una falta que sacó Moyá. Pero instantes después llegó el golazo. Javi Lara y Arruabarrena se impusieron a Mario y Gabi, y Ángel se movió con inteligencia para poner en apuros a Miranda y Godín, el nueve del Eibar filtró un pase a Arruabarrena, que la dejó de tacón en la frontal para la aparición de Abraham, cuyo disparo acabó en la escuadra de Moyá.

El gol provocó algo en el Atléti, que reculó y reculó. Y comenzaron a defender en el área grande y el Eibar tomando el mando del juego. Afortunadamente llegó el descanso. Pero nada cambió en el partido tras la reanudación.  Los rojiblancos le dejaron el balón y el campo a los blaugranas, ayer celestes, y éstos arrinconaron al Atléti en su área.

Salvo una muy clara de Raúl García que para excelentemente  Irureta, nada más del Atléti. Nada. El resto del segundo tiempo fue una ultra defensa aguantando el 2-1. Los cambios en el Atléti no ayudaron, ni Jiménez ni Saúl aportaron aire fresco. El medio campo hacía aguas, Gabi y Mario desaparecidos. Koke ausente. Se erraban pases continuamente, el balón no le duraba nada a los colchoneros. Se mascaba la tragedia.

Y cerca de esa tragedia se estuvo. Minuto 87, Ángel  se queda  sólo delante de Moyá y dispara. El balón va fuera y el Calderón a duras penas recupera el aliento. El pitido final fue una bocanada de aire para la parroquia rojiblanca.  Se ganó pero se dejaron muchas dudas.



Tras el partido los jugadores integrantes de la liga del año pasado salieron para dar una vuelta por el Calderón. Fue el punto final a una tarde extraña. Victoria y tres puntos. Partido a partido, sólo nos centramos en el Santiago Bernabeu, próximo partido. El parón de dos semanas por los compromisos internacionales van a venir bien para descansar, trabajar y terminar con los fichajes que faltan. Lo mejor de ayer fue la victoria.

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